Nutrición y consejos

Elegir las patatas, conservarlas, cocinarlas…. todo un arte

A la vista deben tener un color homogéneo y ningún signo de ennegrecimiento, reverdecimiento o de germinación. Al tacto, deben estar firmes. Según el uso, al horno, al vapor, fritas…todas las patatas no se adaptan a todas las recetas: tienen especificidades o aptitudes culinarias que le son propias.

Elige el tipo
de patata ideal
para tu receta

Al vapor, cocidas

Se trata de patatas de carne firme que tienen una excelente consistencia y que no se ennegrecen con la cocción. Son ideales para cocciones al vapor o con agua y se cocinan también en sartén, salteadas o rehogadas. Y por supuesto, para ensaladas donde la patata también tiene un destacado protagonismo.

Fritas

Se trata de patatas que por su elevado nivel de materia seca permiten que fritas estén doradas y crujientes por fuera y que en su interior tengan una textura fundente. Por eso son las más apropiadas para este tipo de uso.

Al horno, en puré

Son las patatas que se adaptan a la cocción en bandeja para el horno (asadas enteras con piel). Con su textura fundente, se adaptan igualmente a los purés, sopas, cremas, gratinados, braseados (cocción lenta) y platos al horno

La importancia del uso culinario y el tipo de patata

Según la receta, el plato que queremos crear y el tipo de cocción requerida para el mismo es muy importante elegir el tipo de patata más adecuado.

Seguir las recomendaciones de los profesionales del punto de venta o las indicaciones que generalmente están en las etiquetas y que garantizan la buena adecuación entre las patatas compradas y los usos que se recomiendan es fundamental para tener buenos resultados en la cocina y disfrutar de este producto milenario.

Siempre hay una variedad de patata que se adapta mejor, según su textura y características, a los distintos usos culinarios y tipos de receta deseados: al vapor, hervidas (especialmente para ensaladas), salteadas, rehogadas, guisadas, gratinadas, al horno (enteras con su piel), sopas, cremas, purés fritas…

Respecto a la conservación,
tres consejos simples

Evitar los golpes durante el transporte o la manipulación, ya que provocarían daños que ennegrecerían las patatas.

Guardarlas en un lugar sin luz. Reverdecerían y tendrían un sabor amargo.

Frescas, pero no mucho frío. Hay que guardarlas en un lugar fresco y seco, entre 6° y 8°.

Cocerlas bien

Sea cual sea el modo de cocción, es necesario escoger patatas con el mismo calibre, para asegurar una cocción homogénea.

EN AGUA

Iniciar la cocción con agua fría para asegurar la cocción del interior. En 20-30 minutos estarán listas.

EN EL MICROONDAS

Utilizar patatas vendidas en bolsas para ese fin. Si no, colocar las patatas en un plato adaptado, con un fondo de agua y recubrirlo con film alimentario. Cocer entre 8 y 12 minutos.

AL HORNO

No quitar la piel de la patata y perforarlas ligeramente para que no revienten. Cocerlas a 180º (nivel 6) durante 50 minutos aprox y se obtendrán unas patatas con piel deliciosas.

A LA SARTÉN

Para suculentas patatas rehogadas o salteadas, lavar las patatas, cortarlas en trozos y secarlas en un paño. Eso eliminará el excedente de almidón y evitará también que no se peguen entre ellas.

EN FRITURA

Enjuagar y secar las tiras de patatas para que no se peguen. Rehogarlas primeramente a 160º para escaldarlas y después a 180º para que se doren bien. Escurrir bien y añadir una pizca de sal antes de servir.

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