Tipos de patata

La importancia del uso culinario y el tipo de patata

Según la receta, el plato que queremos crear y el tipo de cocción requerida para el mismo es muy importante elegir el tipo de patata más adecuado.

Seguir las recomendaciones de los profesionales del punto de venta o las indicaciones que generalmente están en las etiquetas y que garantizan la buena adecuación entre las patatas compradas y los usos que se recomiendan es fundamental para tener buenos resultados en la cocina y disfrutar de este producto milenario.

Siempre hay una variedad de patata que se adapta mejor, según su textura y características, a los distintos usos culinarios y tipos de receta deseados: al vapor, hervidas (especialmente para ensaladas), salteadas, rehogadas, guisadas, gratinadas, al horno (enteras con su piel), sopas, cremas, purés fritas…

Elige el tipo
de patata ideal
para tu receta

Al vapor, cocidas

Se trata de patatas de carne firme que tienen una excelente consistencia y que no se ennegrecen con la cocción. Son ideales para cocciones al vapor o con agua y se cocinan también en sartén, salteadas o rehogadas. Y por supuesto, para ensaladas donde la patata también tiene un destacado protagonismo.

Fritas

Se trata de patatas que por su elevado nivel de materia seca permiten que fritas estén doradas y crujientes por fuera y que en su interior tengan una textura fundente. Por eso son las más apropiadas para este tipo de uso.

Al horno, en puré

Son las patatas que se adaptan a la cocción en bandeja para el horno (asadas enteras con piel). Con su textura fundente, se adaptan igualmente a los purés, sopas, cremas, gratinados, braseados (cocción lenta) y platos al horno